La famosa socialité Kim Kardashian ha declarado recientemente que el embarazo es lo peor que le ha pasado en la vida. Sin miedo a la reacción del público, Kim describió en su blog personal todos los momentos a los que tiene que enfrentarse durante su segundo embarazo. «Las futuras mamás famosas no suelen difundir el lado desagradable del embarazo. ¿Sabías, por ejemplo, que tienen que llevar pañal durante dos meses después de dar a luz?». — admitió Kardashian. Dolor de espalda, estrías, hinchazón y la sensación de estar en el cuerpo de otra persona: las revelaciones de Kim son dolorosamente familiares para cualquier madre. Por supuesto, todas estas molestias están justificadas, porque el nacimiento de un hijo es una felicidad absoluta para cualquier mujer. «Después de todo lo que has pasado, llega un bebé al mundo y te das cuenta de que es un auténtico tesoro».
A pesar de ello, la mayor parte de las madres jóvenes sufren depresión posparto. Muchas se disuelven completamente en la maternidad y dejan de preocuparse por su aspecto. Pero, de un modo u otro, toda mujer quiere ser bella y deseable. Cómo hacer frente a la depresión posparto y cómo convertir la maternidad en la principal joya de una mujer: nos lo cuenta Taisia V iritas, experta de Astro7.
Comentario de la experta
La depresión posparto no es tan rara como podría pensarse. A pesar de ello, a la mayoría de las mujeres les da vergüenza no sólo hablar de ello, sino también admitirlo ante sí mismas. Sin embargo, no vale la pena guardar silencio sobre el problema, así como la esperanza de que con el tiempo todo pasará por sí mismo. Con el inicio del embarazo cambia bruscamente el fondo hormonal de una mujer y esto se refleja tanto a nivel emocional como fisiológico. Los cambios corporales pueden ir acompañados de pensamientos de que la mujer ya no tiene control sobre aquello con lo que nació: su propio cuerpo. De hecho, los cambios que se están produciendo en su cuerpo escapan a su control y la sensación de pérdida total de control puede ser deprimente. La incertidumbre sobre la rapidez con la que podrá volver a su forma anterior y sobre si será posible, todo ello no hace sino agravar el ya de por sí reducido bagaje emocional de la mujer. Es posible hacer frente a la depresión posparto con la ayuda de un especialista cualificado, pero algunas medidas pueden tomarse por uno mismo.En primer lugar, es necesario reconocer que existe un problema y que la depresión posparto no es algo de lo que haya que avergonzarse o pasar por alto. Sí, los cambios en el cuerpo, la pérdida de la esbeltez y de las bellas formas de antes pueden asustar, así como la falta de una certeza clara de que podrás volver a tu estado anterior al embarazo.
Una vez que nos hemos dado cuenta del problema, merece la pena ser sinceros con uno mismo: qué es lo que más nos preocupa. Por regla general, la depresión posparto se asocia no sólo a los cambios en la forma del cuerpo, sino también a los pensamientos de la mujer de que la vida ha cambiado drásticamente y ya no será como antes. Esta caída del ritmo habitual y la necesidad de limitarse en ciertas actividades pueden provocar pensamientos depresivos. Una de las mejores formas de salir de este estado es encontrar nuevas aficiones y pasatiempos. Además, puedes hacerte la promesa de que poco a poco volverás a esas actividades a las que dedicabas parte de tu tiempo antes del embarazo. Casi todos los psicólogos que trabajan con el problema de la depresión posparto, coinciden en la idea de que deshacerse de este estado es más rápido si la mujer lleva un estilo de vida activo. Los deportes estrictamente dosificados ayudarán a volver a las formas anteriores y al ritmo habitual.