La información proporcionada en este artículo no se puede utilizar para hacer un diagnóstico, prescribir un tratamiento y no sustituye la visita a un psicoterapeuta. Consulte a un especialista.
Existe una conexión entre personas cercanas, que se denomina vinculación energética. Los vínculos pueden ser negativos y positivos.
Los apegos negativos aparecen cuando ya hemos perdido el contacto con una persona querida (separada de su marido, el tío murió, el hermano se fue a otra ciudad, no hablas con tu hermana después de una pelea). La conexión se ha perdido hace tiempo, pero seguimos pensando en esta persona, recordándola de repente y aquellos momentos que vivieron juntos. Todo esto sin duda te obstaculiza a ti y a tu desarrollo, ya que al vivir con recuerdos del pasado, no dejamos espacio para el surgimiento de uno nuevo.
Sobre la naturaleza del fenómeno de la vinculación energética
Analicemos con más detalle el fenómeno de la unión energética. Se da muy a menudo en personas con una gran intuición. Más a menudo, en las mujeres. Y la vinculación energética se hace más fuerte si pasamos más tiempo con nuestra persona favorita. ¿Cuál es la razón? Nuestros biocampos entran en estrecho contacto en el momento en que experimentamos las mismas emociones. Por ejemplo, al ver una comedia o una película de terror, tú y tu pareja experimentáis las mismas emociones que os unen. La información negativa y positiva empieza a afectaros gradualmente de la misma manera porque os encontráis en el mismo entorno. Se sabe que el apego energético más fuerte se da en gemelos y mellizos. Pasan la mayor parte del tiempo juntos y, cuando están separados, no les resulta difícil sentir lo que ocurre en la vida de un hermano o hermana. Entre cónyuges, este vínculo tampoco es infrecuente. Se refuerza poco a poco y no es en absoluto una cuestión de costumbre o de estudio de la pareja. Las vibraciones invisibles, creadas por nuestro cuerpo, son percibidas por el biocampo que nos rodea a cada uno. Las vibraciones pueden ser muy diferentes en ritmo y frecuencia. Por ejemplo, con el deseo sexual son frecuentes y pulsantes, y con la ira fuerte — agudas y punzantes. Las vibraciones son invisibles para el ojo humano, pero son percibidas y sentidas muy sensiblemente por nuestra envoltura de información.
Ejercicios para corregir las conexiones energéticas
Para reforzar la capacidad de sentir al otro a distancia, sugiero el siguiente ejercicio. Pasa un día con una persona querida sin palabras: no hables en absoluto y, si es necesario, escribe mensajes en un papel. Cuando dejamos de utilizar una de las herramientas de comunicación o canales de percepción, las demás empiezan a funcionar con más fuerza. La intuición se hará más fuerte al cabo de cinco o diez días de entrenamiento. También hay ejercicios para las personas que quieren deshacerse de los apegos energéticos. Siéntese cómodamente o túmbese e intente imaginar a la persona en la que piensa constantemente. En cuanto la imagen se forme con suficiente claridad, intenta ver qué es lo que te ata. Podría ser un hilo dorado que os envuelve a los dos, o una cadena a la que ambos estáis apegados. Fíjate exactamente en lo unidos que estáis el uno al otro. ¿Será difícil liberarse de estos grilletes? Si el hilo que os une es muy fino y apenas se nota, será fácil deshacerse de la atadura, pero si lleváis una cadena, una cuerda o un gran candado, hará falta tiempo y la ayuda de un especialista que dirija la situación. Deshacerse de una atadura energética no siempre es fácil, por lo que recomiendo no descuidar la ayuda de un experto. Después de haber visto claramente lo que te ata, intenta mentalmente dirigir flujos de energía positiva hacia la persona que imaginas. Repítete a ti mismo las palabras: «Te dejo ir, te libero del peso de la responsabilidad y de la carga. Ahora tú