Dada la naturaleza de mi trabajo, me hice la pregunta retórica: ¿por qué necesitamos la comunicación y qué nos aporta?
La respuesta llegó de inmediato: ¡prácticamente todo! Salud, felicidad, una vida larga e interesante, muchas emociones. Ya en el siglo XVII, el filósofo Francis Bacon dedujo una fórmula según la cual la comunicación amistosa «duplica la alegría y reduce a la mitad la tristeza». Las personas que acaban cansándose de socializar deciden mudarse lejos (si se presenta la oportunidad) e intentar vivir solas o, por ejemplo, comunicarse sólo con su familia, pero ¿qué ocurre al cabo de seis meses? La persona vuelve a sentir una aguda falta de comunicación. Estas personas se vuelven más irritables, irascibles, inquietas. Porque es imposible lograr por sí solo una sensación de deleite, felicidad, diversión. Sí, y con la pena de hacer frente en un círculo estrecho es mucho más difícil. Incluso los signos habituales de atención y saludos actúan como antidepresivos. Así que resulta que los antiguos «ermitaños» acaban esforzándose por volver con la gente.
La socialización también afecta a la salud física. Cuantos más amigos, parientes y conocidos tengamos, más seguros estaremos de contraer enfermedades. Porque se sabe que todas las enfermedades provienen de los nervios: es decir, siempre hay un componente emocional en el desarrollo de cualquier enfermedad. El resentimiento, la ira, los celos, la culpa, sobre todo si todo esto dura increíblemente mucho tiempo, se convierten en un «catalizador» de enfermedades peligrosas. Pero las personas que tienen suficiente comunicación todavía están protegidos de ellos: la interacción positiva ayuda a deshacerse de las experiencias difíciles, el estrés. En la vida de cada persona se reunió con personas que están constantemente «llorando», que sin cesar repiten que se sienten mal, que todo a su alrededor es malo. Naturalmente, después de haber comunicado con un «camarada» tal, y él mismo quiere disparar a sí mismo, por lo que evitar este tipo de diálogo. Sólo la positividad y la alegría pueden hacer maravillas. Pero si la comunicación es tan útil, ¿por qué algunas personas tienen problemas con ella? No hay obstáculos innatos: nuestras capacidades comunicativas dependen de la crianza, la educación y el estilo de vida. Y es posible y necesario desarrollarlas a cualquier edad. Desde el punto de vista de la psicología de las relaciones, existen siete círculos principales de comunicación. El primer círculo es un amigo íntimo. Te entiende sin palabras, puedes contarle algo sobre ti que no revelarías a nadie más, y estar seguro de que reaccionará como sea necesario. Un vínculo así puede durar años. Pero si no tiene un amigo así, no se preocupe y no intente encontrarlo a toda costa: la necesidad de una comunicación tan estrecha está muy lejos.
Si algunas personas desaparecen de nuestra vista, puede que ni siquiera nos demos cuenta. Pero en realidad esas personas nos permiten sentirnos tranquilos y confiados en cualquier situación. 5º Círculo — conocidos antipáticos. No les gustas y lo demuestran con toda su apariencia. Sin embargo, y de ellos, curiosamente, hay un beneficio. La gente está tan organizada que no puede vivir sin problemas. Necesitamos algo que nos entorpezca, que nos enfrente, que nos cabree y nos enfade, ¡para no relajarnos! No intentes establecer una relación, compórtate de la misma manera: haz que la persona sienta que estás preparado para defenderte e incluso atacar en caso de cualquier cosa. Domine algunas frases ingeniosas, «ajuste» la mirada, y el deseo de crispar los nervios al malqueriente disminuirá. 6º Círculo: simplemente conocer gente. A diario estamos en contacto con decenas de personas. Estos momentos insignificantes pueden afectar notablemente a nuestro estado de ánimo y bienestar: las emociones tienen la propiedad de transferirse. Por ejemplo, cuando una multitud de estudiantes viaja en tranvía, hasta las ancianas empiezan a sonreír. Mira a la gente, elige caras agradables e interesantes entre la multitud. La benevolencia hacia los demás suele provocar una respuesta.
Le ayudaré a crear un talismán astrológico individual que le apoye, aleje las desgracias y atraiga la buena suerte y el éxito en las esferas de la vida que necesite.