Si siembras un hábito, cosecharás carácter. Cómo abandonar los malos hábitos y empezar otros nuevos

La información proporcionada en este artículo no puede utilizarse para hacer un diagnóstico, prescribir un tratamiento y no sustituye la visita a un psicoterapeuta. Acuda a un especialista.

Hay un refrán que dice: «Siembra un hábito — cosecha carácter, siembra carácter — cosecha destino». Y también se dice que hábito — segunda naturaleza. De hecho, nuestra vida se compone de una variedad de hábitos. Y algunos nos ayudan, y otros nos entorpecen. ¿Cómo abandonar los malos hábitos y empezar con los útiles?

Hemos decidido hablar de hábitos en el marco de nuestro proyecto «Clean Slate». Puede encontrar los detalles del proyecto y votar por uno de sus participantes aquí.

¿Por qué no puedes cambiar tus hábitos?

Probablemente todo el mundo sabe muy bien qué hábitos son útiles y cuáles son perjudiciales. Es útil hacer ejercicio, ducharse por la mañana, seguir los principios de una alimentación sana, limpiar el piso con regularidad, fregar los platos y hacer todas las tareas a tiempo. Es perjudicial descuidar el deporte, comer comida rápida, abusar del tabaco o el alcohol, mantener la casa desordenada y procrastinar, es decir, dejar las cosas para más tarde. Todas estas cosas nos impiden estar sanos, ser felices y tener éxito. Pero, ¿por qué somos tan reacios a desarrollar hábitos saludables?

El problema para muchas personas es que les resulta difícil seguir una nueva rutina durante el tiempo suficiente. Después de intentar varias veces realizar determinadas acciones, vuelven a la antigua.

Esto ocurre por varias razones. Por ejemplo, las nuevas reglas de la vida les parecen demasiado complicadas. O no son de su agrado. O la gente intenta desarrollar varios hábitos nuevos a la vez. Los nuevos hábitos pueden verse obstaculizados por una enfermedad, un viaje, el trabajo, los invitados, ¡cualquier cosa! También ocurre que simplemente no tenemos la motivación para cambiar nosotros mismos. No entendemos por qué necesitamos cambiar algo en nuestra vida, si estamos bien como estamos.

¿Cuál es la forma correcta de desarrollar hábitos?

— Los expertos aconsejan: antes de intentar adquirir buenos hábitos, deshágase de los malos. Para ello, tendrá que analizar sus hábitos actuales. Es muy importante rastrear el momento en que una determinada acción empieza a convertirse en hábito: por ejemplo, fumar un cigarrillo antes de acostarse o tomar café y pasteles durante la pausa para comer. Piensa si necesitas ese hábito.

— No intente cambiar o crear más de un hábito a la vez. No importa el ámbito al que se refiera: salud, trabajo, comportamiento, etc. Así te resultará más fácil centrarte en él.

— Empiece poco a poco. Por ejemplo, beber un vaso de agua cada mañana con el estómago vacío. O, si no has hecho ejercicios matutinos antes, pero ahora quieres hacerlos, elige un ejercicio que no te lleve más de un par de minutos y empieza a hacerlo cada mañana. Cuando te acostumbres a hacerlo, puedes introducir otros elementos. Si sueñas con hacer yoga, empieza por hacer una o dos asanas cada día.

— Si tienes una tarea extensa, puedes dividirla en varias partes. Por ejemplo, si tienes que hacer ejercicios durante 20 minutos, divídelos en dos «ciclos» de 10 minutos cada uno. La limpieza también puede dividirse en varias etapas: primero barrer, luego quitar el polvo y, por último, fregar el suelo.

— Empieza ya. Si vas a correr por las mañanas o por las tardes, ponte el chándal y sal a correr. Si vas a meditar, déjalo todo, ponte música adecuada, siéntate en una silla, cierra los ojos y ¡a por ello!

— Disfruta del proceso. No intentes crear hábitos que odias. Haz sólo lo que quieras hacer. Busca los aspectos positivos de tus nuevos hábitos. Imagina cómo brillará tu vajilla, cómo te mirarán tus amigos o novios si por fin pierdes peso.

— Elógiese. En cuanto haya conseguido realizar la acción deseada, dígase mentalmente o en voz alta: «¡Ay, qué bien lo he hecho!». Incluso puedes recompensarte comiéndote un dulce o comprándote alguna cosita bonita.

— Presta atención a tus pensamientos. Si te das cuenta de que realizas las actividades necesarias sin entusiasmo, pensando en abandonar, intenta analizar de dónde proceden esos pensamientos. Lo más probable es que se trate de un mecanismo de defensa que te impide salir de tu zona de confort. Intente sustituir esos pensamientos por otros positivos. Por ejemplo, en lugar de: «¡De todas formas no voy a conseguirlo!». — «Lo haré por el bien de estar sano (delgado, feliz, etc.)» .

Apoyo psicológico

Si ha prometido algo a otra person a-un amigo, cónyuge, pariente-, le resultará más difícil abandonar el nuevo hábito. Pídale a esa persona que le haga un seguimiento, por ejemplo, que le llame regularmente para preguntarle cómo van las cosas. Será un incentivo para cumplir tus compromisos.

También puede acudir a un grupo especial de apoyo. Si informa regularmente al grupo de sus éxitos o fracasos, aumentarán mucho sus posibilidades de cambiar sus hábitos para mejor.