El alma humana: ¿existe o no? Qué características tiene? Y qué dicen los filósofos y esoteristas sobre ella.
¿Qué es el alma?
El alma es una esencia inmortal en la que se encierra la personalidad misma de una persona. El alma es el principio de la vida y no desaparece con la muerte del cuerpo. Todos los sentimientos, pensamientos y conciencia se los debemos al alma. El alma es algo más que conciencia y autoconciencia. El alma se une al cuerpo físico, vive una vida en él y luego lo abandona, conservando toda la experiencia, toda la información recibida en esta vida.
Todos los seres vivos poseen alma.
Hay que decir que el concepto de alma está estrechamente relacionado con la religión, pero cada uno tiene su propia idea de lo que es el alma y de cómo se manifiesta.
El resultado indirecto de las observaciones del alma es la psicología. En psicología (la ciencia del alma) esta sustancia suele denominarse conciencia. La conciencia es una función del cerebro que forma al ser humano como ser pensante. Nuestro intelecto, pensamientos, rasgos de carácter, visiones, comportamientos, imágenes y memoria también se incluyen en el concepto de conciencia.
El alma desde una perspectiva filosófica
Originalmente, la filosofía se refería al alma como una sustancia, la materia, que es un conjunto de átomos ardientes. Es decir, era el componente físico del cuerpo. Posteriormente, los filósofos llegaron a la conclusión de que el alma es efímera, inmaterial. Sin embargo, el alma, a pesar de su carácter etéreo y esquivo, está firmemente ligada al mundo corpóreo.
El alma es inmortal y avanza, adquiriendo cada nuevo cuerpo para ganar nuevas experiencias, evolucionar y aprender lecciones. El alma tiene tres poderes: la cognición, la razón y la voluntad.
Pero no es omnipotente. Y cuando el alma está de nuevo en un cuerpo humano, puede estar sujeta a vicios, pruebas y no cumplir su propósito. Y el propósito del alma es la perfección.
Desde el punto de vista de la filosofía religiosa, el alma es una entidad inmaterial capaz de sentir, actuar, darse cuenta y pensar. Lo más importante en la vida del alma humana es el autoconocimiento y la autoconciencia. La toma de conciencia de que el hombre es un ser único y una individualidad.
El alma puede influir en la mejora del mundo natural, social y exterior. Puede definir y revelar la individualidad y la interacción de la vida interior de una persona y el mundo que la rodea.
La mayoría de las religiones creen que el alma es una entidad inmortal, independiente e inmaterial, distinta del cuerpo, creada por Dios, en la que se expresa la naturaleza divina del hombre, que da origen a todo y condiciona la vida, el sentido de la voluntad, la conciencia, el pensamiento, el sentimiento.
El alma es independiente porque no es una manifestación de otra entidad, sino que ella misma es la fuente de todos los fenómenos que emanan de ella. Es creada inmortal porque no muere, a diferencia del cuerpo. Es una creación única e irrepetible.
El alma siempre ha sido y sigue siendo el contenido de todo ser humano. Sin ella, un individuo no puede existir, ya que el cuerpo no es más que una envoltura material. Todas las religiones del mundo prestan gran atención a su estudio y conocimiento. Es posible que la religión surgiera como resultado del hecho de que la gente empezara a buscar respuestas a preguntas relativas a la esencia del alma.
El alma desde el punto de vista del esoterismo
Los esoteristas modernos están más o menos de acuerdo en que el alma es un tipo de energía. Algunos consideran que es una parte de la energía del Creador, otros que es la energía del Universo invertida en una persona concreta. Muchos la llaman una estructura de información, que hace que las personas sean humanas.
El alma es capaz de desarrollarse y transformarse. El alma es inmortal e invisible. Y sólo ciertas prácticas astrales permiten verla.
También muchos esoteristas relacionan el alma con Dios, creyendo que el propósito del alma es esforzarse por realizar su energía divina y acercarse lo más posible al Señor, para posteriormente «fundirse» con él.
Según la tradición india, el concepto de alma está entrelazado con las enseñanzas de los chakras, los centros energéticos del ser humano, de los que todos tenemos siete. Cada chakra es responsable de su propia esfera, y el chakra asociado a la espiritualidad se llama Sahasrara.
En el Antiguo Egipto, la India y el Tíbet se creía en la reencarnación, creyendo que el alma después de la muerte se reencarna en otro cuerpo nacido. El alma es vida, dentro de cada criatura, ya sea animal o vegetal. Vive en cada uno de nosotros, siendo parte integrante del cuerpo. Las enseñanzas de Oriente y de la India se basan en que el alma es la fuente de toda sabiduría.
Pruebas a favor de la existencia del alma en el hombre
La ciencia oficial no puede responder a esta pregunta. Los científicos han intentado determinar dónde se encuentra el alma: en el cerebro, en el corazón o en algún lugar más allá de la comprensión, para entender cuánto pesa, si existe en absoluto. Es difícil decir que alguien haya tenido éxito globalmente en el campo de las pruebas físicas de la existencia de una sustancia tan intangible como el alma. Su naturaleza es difícil de analizar.
Por eso, como pruebas de su existencia se suelen dar exclusivamente inferencias basadas en sensaciones humanas. El alma puede estar enferma, sufrir, alegrarse… y todo esto lo siente una persona. Son los sentimientos de una persona, su sensación de la presencia del alma y es la principal prueba de su existencia.
¿Cuánto pesa el alma?
Esta pregunta no tiene una respuesta unívoca. Tradicionalmente se habla de una horquilla de entre 15 y 35 gramos, que fue indicada por el médico Duncan MacDougall tras unos experimentos realizados en 1901. McDougall pesaba a sus pacientes antes y después de la muerte. La teoría ha sido criticada, pero en la actualidad no existe ninguna teoría más aceptada. Por ello, lo más común es decir que el alma humana pesa 21 gramos.
¿Cómo se manifiesta el alma?
Todos los grandes filósofos empezaron a conocer el mundo conociéndose a sí mismos. Según las ideas del mundo religioso, el alma es una parte de Dios, que insufló en el hombre en el momento de su creación. Para comprender si el alma existe realmente o no, uno siempre debe escucharse a sí mismo y buscar en su interior esta fuente de conocimiento, verdades y sabiduría. Al fin y al cabo, todo está oculto en nuestro interior: todos los secretos, preguntas y respuestas. Cuando empieces a conocerte a ti mismo, se te revelará toda la verdad de la creación de este mundo y, por supuesto, del alma.
El alma es una estructura energética compleja. Las manifestaciones del alma son manifestaciones de conciencia y conocimiento, poder, razón, voluntad, amor, sentido de la vida y de la propia existencia. Las manifestaciones del alma son paz y descanso, es armonía, es lucha por la luz, es desarrollo y movimiento hacia delante. Todo aquello en lo que nos manifestamos es la manifestación de nuestra alma.