Ya al principio de este artículo te revelaré un pequeño secreto. Puedes aprender mucho sobre una persona haciéndole una sola pregunta: «¿A qué aspiras?».
Si tu interlocutor aspira, por ejemplo, al dinero, entonces puedes decir con un alto grado de certeza que ya se ha preprogramado para su constante escasez. Si aspira al amor, entonces su problema es la insatisfacción constante con su vida personal. ¿Por qué ocurre esto?
El hecho es que si imaginamos nuestra cabeza como el planeta Tierra, el intelecto y las superestructuras culturales pueden compararse a la fina corteza terrestre, que sólo ocupa un pequeño porcentaje del volumen total del globo. El resto lo ocupan los instintos y nuestra mente subconsciente, que manda en el balón. Nuestro intelecto actúa como una especie de esclavo culto que explica por qué el amo (instintos, subconsciente) actúa de una manera u otra. Los humanos sólo tenemos cuatro necesidades básicas: necesidad de aprobación/desaprobación, peligro/seguridad, control/descontrol, dependencia/independencia. Podemos expresar nuestros deseos con miles de palabras, pero una de estas necesidades estará en el centro. He aquí un ejemplo. ¿Por qué una persona de aspecto próspero de repente empieza a llegar borracha a casa a altas horas de la noche con una gran cantidad de dinero en la cartera? ¿Por qué se busca problemas? Si le pregunto al intelecto, el servicial esclavo lo explicará todo muy inocentemente. Simplemente no tuvo tiempo de guardar el dinero en la tarjeta o en la caja fuerte. Y entonces llamaron unos amigos, a los que hacía años que no veía, y fue imposible negarse… Digamos que creo al intelecto. Pero cómo explicar que en unos días la misma persona coja la moto de un amigo (aunque se sentó al volante por última vez casi en la adolescencia) y se ponga a correr a velocidad de vértigo. Estoy seguro de que el intelecto también encontrará una explicación en este caso. Y que será plausible. Pero veo claramente que el hombre está «cogido» por la necesidad
que no puedas fijarte objetivos. Pero fíjelos correctamente. En este artículo, te enseñaré a trabajar con un objetivo concreto de forma competente y a conseguirlo rápidamente (si es cierto). Primero — enuncia tu objetivo en primera persona y en presente. Por ejemplo: «Venderé mi coche de forma fácil, rápida y rentable». Segundo: piense en todos los objetivos que no ha conseguido recientemente. Cada vez, pregúntate qué necesidad básica (seguridad, control, aprobación, independencia) había detrás de tu deseo. No pienses demasiado. Sólo contesta: cuál de las cuatro opciones estaba detrás del intento fallido. Dite a ti mismo: «Acepto que he fracasado en la relación con mi hijo y la necesidad de control que había detrás (por ejemplo, si has sido excesivamente controlador y te has peleado con tu hijo por ello). Pero no voy a seguir alimentando la excesiva necesidad de control y seguir pensando en este fracaso. Estoy soltando los excesos de control y mi fracaso ahora mismo». Repite este sencillo algoritmo cada vez que pienses en algo que planeaste pero no realizaste. En tercer lugar, describe en un papel todos los sentimientos y emociones que te evoca tu objetivo actual (en este ejemplo, vender un coche). Entre paréntesis, indica quién manda (cuál de las necesidades básicas).
Le ayudaré a crear un talismán astrológico individual que le apoye, aleje las desgracias y atraiga la suerte y el éxito en las esferas de la vida que necesite.